domingo, 23 de septiembre de 2012

Château de Versailles: Louis XVI et après la Revolution


Durante el reinado de Louis XVI se llevaron a cabo algunas remodelaciones pero ninguna construcción prominente.

Marie Antoinette et Louis XVI de France

En el Humeau de la Reine se construyó el Belvedere y el Templo del Amor. También se llevó a cabo la redecoración del Teatro de la Reina, construido en 1779.

Belvedere

Temple de l'Amour

Versalles vivió la época dorada de la Francia de los Borbones, pero también vivió su destrucción. En 1789 el palacio fue tomado por el pueblo y la familia real fue obligada a trasladarse a Paris. Versalles quedo vacio hasta que en 1792, tras la caída de la monarquía, fue saqueado.
Durante la época del primer imperio, Bonaparte pensó en transformarlo en su palacio imperial, pero la idea fue desechada y Versalles no volvería a ser utilizado hasta el retorno de la monarquía, pero aún así, Versalles solo fue utilizado de forma episódica.

Aún así, se vivirían en Versalles alguno de los momentos clave de la historia: en 1870 sirvio de cuartel general al ejército prusiano durante el asedio de Paris, fue un refugio durante la Comuna y el centro de las elecciones presidenciales durante la III y IV República.
En Versalles también se firmó el tratado del mismo nombre que pondría fin a la Primera Guerra Mundial.
Estados Generales de 1789 en Versalles

Firma del Tratado de Versalles, 1919

Actualmente Versalles es un palacio nacional puesto al servicio de la República y está abierto al público para que, aun que de manera lejana, se pueda contemplar la época más dorada de la Francia monárquica.

domingo, 16 de septiembre de 2012

Château de Versailles: Au temps de Louis XV


Con la muerte del rey Sol y debido a la corta edad del delfín, Louis XV, el regente Felipe de Orleans volvió a Paris y se instalo junto a la Corte en las Tullerias. Durante los años que duró la regencia intentó, sin éxito, demoler Versalles.

Grand Trianon

Petit Trianon 

En el año 1722 Louis XV contaba con 12 años y decidió volver a Versalles, instalándose en los departamentos de Louis XIV. El nuevo soberano quiso respetar las tradiciones de Versalles, pero el tiempo de las obras faraónicas había terminado y con él la época brillante del reinado del rey Sol. Louis XV no sentía un especial interés en Versalles y siempre que se encontraba en el palacio se refugiaba en los pequeños áticos y departamentos; aun que la mayor parte del tiempo lo pasaba en el Grand Trianon o directamente en otros palacios como el de Fontainebleu.

Louis XV

Durante el reinado de Louis XV el palacio fue reformado, pero mínimamente. Se construyó el salón de Hércules y el Petit Trianon y se transformaron los departamentos reales. Hubo durante esta etapa otras obras que consistieron básicamente en redecorar y remodelar ciertas estancias.

Salón de Hércules

Cámara de la Reina (con la decoración de Marie Antoinette)

En los últimos años de Louis XV se construyó la Sala de Espectáculos, llamada Opera Real, destruyendo así la pequeña e incómoda sala que Louis XIV había creado. La sala que albergaría la Opera Real se inauguraría años después con motivo de la boda del Delfín, futuro Louis XVI con Marie Antoinette. El recinto del palacio, pese haberse destruido muchas de las edificaciones de Louis XIV, se vio mejorado durante el reinado de Louis XV con la edificación del Pabellón Francés y de la redecoración de los jardines.

Ópera Real

Al término del Antiguo Régimen, Versalles era la residencia real más lujosa e impactante de toda Europa.

Auguste Toulmouche


Nacido en Nantes en 1829 fue un pintor francés cuya obra, excepcional pero aún así desconocida, fue eclipsada por la de un joven Claude Monet.
Su primera exposición tuvo lugar en el año 1848, a partir de la cual recibiría, durante toda su vida, diversos reconocimientos culminando con su nombramiento como Caballero de la Legión de Honor en 1870.


Toulmouche retrataba escenas cotidianas, generalmente de interior, cuyas protagonistas eran hermosas mujeres de clase alta, captando con sencillez y maestría momentos llenos de belleza y sentimiento, desprendiendo en cada una de sus obras un aire de intimidad encantadora.
Emile Zola dijo de las mujeres que Toulmouche retrataba en sus obras que eran muñecas deliciosas.

Dolce far niente, 1877

Se convertiría en uno de los grandes pintores del Segundo Imperio, adorado y odiado a partes iguales. Amado por la belleza y el encanto de su obra intimista que recordaba al pasado movimiento Romántico y odiado por no sumergirse en el recién nacido Impresionismo.


Una mirada de admiración, 1868

Una belleza elegante, ?

Esperando al visitante, ?

La lettre d'amour, 1883

La toilette, 1889

Le baiser, ?

Le billet, 1883

Lectura, ?

La Vanidad, 1892

Podríamos decir de Auguste Toulmouche, sin miedo a equivocarnos, que su obra fue unos de los últimos coletazos Románticos del siglo XIX.

viernes, 7 de septiembre de 2012

Château de Versailles: Au temps de Louis XIV


Cuándo Louis XIV subió al trono francés no tenía en su haber ningún palacio que lo complaciera. Por aquel entonces la familia real vivía en Paris y Louis XIV iba de un lado a otro: vivía a temporadas en el Palacio Real, a ratos en el Louvre y de vez en cuando en las Tullerias. Trató de asentarse en Vincennes y en Saint-Germain-en-Laye y pasó largas temporadas en el palacio de Fontainebleu. El rey, pese a tener todos estos edificios a su disposición no encontraba en ellos las comodidades deseadas.

Château de Versailles

Fue en el año 1651 cuándo Louis XIV visitó Versalles por primera vez y se podría decir que quedó prendado del lugar. Fue diez años después cuándo Louis XIV se decidió a empezar las obras de ampliación del palacio que antaño su padre había usado como refugio de caza, esto produjo incomodidad entre los cortesanos que tacharon Versalles de lugar ingrato y triste.
Mientras Louis Le Vau se encargaba de la redistribución y reconstrucción de las estancias, Charles Errard y Nöel Coypel empezaron los trabajos de decoración. André Le Nôtre se encargó de los exteriores, creando un invernadero y un zoológico.
Por aquella época, Versalles no era más que un lugar de reunión en el que se celebraban fiestas.

Alrededor de 1665 Louis XIV tomó la decisión de realizar una segunda ampliación al palacio con el objetivo de poder pasar días con su Consejo. Se conservo el edificio edificado por Louis XIII por razones monetarias, pero se triplicó la superficie del palacio. Se decoró con mucho gusto y lujo evocando continuamente el tema del sol, omnipresente en Versalles.
Los jardines también sufrieron ampliaciones y se los doto de esculturas creadas por François Girardon y Le Hongre. Dos años más tarde se excavó el estanque del Gran Canal y Le Nôtre dirigió la ampliación del ala central.

Fachada actual 

Entre 1668 y 1670 el palacio sufrió otra remodelación, debido a las continuas quejas de los cortesanos; el palacio era aún demasiado pequeño y algunos se quedaban sin habitación.
Se edificó un revestimiento, que consistía en una segunda edificación que rodearía la primera. Las habitaciones del rey y la reina fueron dispuestas simétricamente y una terraza, frente a los jardines, comunicaría ambas estancias.
La construcción primitiva, de ladrillo y piedra, se conservó revistiendo la fachada con columnas de mármol, balcones de hierro forjado y dorado y bustos sobre las balaustradas. Las pequeñas viviendas adyacentes fueron elevadas y unidas al Castillo Viejo por medio de pabellones que formaban el patio de armas que se cerraba con una cancela dorada.

Con la ampliación del palacio, Louis XIV puso sus miras en construir un edificio cercano al gran palacio que le sirviera como refugio personal. En 1670 se construyo en Trianon de Porcelana.
Siete años más tarde Louis XIV expresó su deseo de instalarse indefinidamente en Versalles por lo que se diseñaron las estancias que facilitarían la instalación de la Corte.
Un año más tarde se construyó la famosa Galería de los Espejos que, como otras galerías, servía para comunicarse con los otros departamentos. Comenzó la construcción del ala sur destinada a alojar a los cortesanos.
La impresionante Galeria de los Espejos

Una vez finalizada la nueva ampliación se construyeron las Grandes y Pequeñas Caballerizas y se confeccionaron nuevos jardines.


Ya en 1682 y sin esperar a la finalización de las obras, Louis XIV se instaló oficialmente en Versalles, tenía 44 años. El rey estableció entonces unas reglas de protocolo rigurosas y complejas que transformaron todos sus actos en una ceremonia casi sagrada: levantarse, comer o incluso dar a luz eran acciones completamente públicas y se realizaban con total solemnidad.

El palacio en tiempos de Louis XIV

La aldea de Versalles se transformó en una verdadera villa que se construyó alrededor del palacio. Los cortesanos edificaron hoteles en los que alojaban a su servicio.
Versalles contaba con alrededor de 70.000 habitantes antes de la Revolución.
Hacía 1687 Louis XIV se cansó del pequeño Trianon de Porcelana que pasó a ampliarse dando como resultado el actual Grand Trianon.

Retrato de Louis XIV

Los últimos coletazos constructivos contaron con la finalización de la Capilla Real en 1710 convirtiendo el palacio de Versalles en un enclave único, construido para demostrar a Europa la grandeza de Francia y de su monarca, quien falleció en 1715 poniendo fin al brillante reinado del rey Sol y al Gran Siglo que más tarde se denominaría Siglo de Louis el Grande.

jueves, 6 de septiembre de 2012

Futilidad o el hundimiento del Titán de M. Robertson


Sinopsis

El Titanic se hundió hace 100 años.
Publicamos ahora uno de esos curiosos libros que han atraído a muchos lectores a lo largo del siglo XX, ya que fue escrito catorce años antes del famoso naufragio y cuenta una historia prácticamente idéntica: un transatlántico llamado Titán se hunde en las aguas del océano Atlántico al chocar con un iceberg.

El Titanic se parece de manera desconcertante al Titán que Robertson creó en la ficción: coinciden incluso en peso, longitud y capacidad de pasajeros. También en que el Titán era un buque con exceso de lujos que llevaba una cantidad insuficiente de botes salvavidas. Algunos creen que se trata de una mera casualidad y otros que el autor escribió un libro premonitorio de lo que sucedería años después, lo que dota al texto de un claro interés histórico.

Opinión Personal

Futilidad o el hundimiento del Titán es un pequeño tesoro, en primer lugar porque es bastante difícil de encontrar y en segundo por la historia que en él se cuenta.
El hundimiento del Titán no es un libro complejo de leer y si analizamos su estilo y ritmo dejan bastante que desear, pero la historia que se cuenta en el es asombrosa. El barco que Robertson nos retrata en su novela nos recuerda de manera escalofriante al Titanic: no solo en tamaño sino en ínfimos detalles como el mes de su hundimiento, la brecha que se abre en la proa del barco o le hora de la colisión.

La historia se centra en el marinero Rowland, que años atrás había sido oficial de barco y que se había visto degradado debido a sus problemas con el alcohol. A través de su visión conoceremos el barco y los altibajos que en él se viven.


Una obra que si bien no sorprende por su estructura si lo hace por las visiones que en ella se explican; la historia toma por momentos cariz de sueño, creyendo así que el autor vivió toda su vida atormentado por la pesadilla en que un enorme buque se hundía en medio del mar, y confieren al aire del Titán un aire escalofriante. En resumen, una obra que cualquier fan del Titanic debería tener en su estantería.

La frase

“Era el barco más grande del mundo que surcara los mares y la más fabulosa máquina creada por el hombre.”

miércoles, 5 de septiembre de 2012

Marie Thérèse Louise de Savoie, princesse de Lamballe


Marie Thérèse Louise de Savoie-Carignan nació en Turín el 8 de septiembre de 1749.       Hija de Luis Victor de Saboya-Carignan, príncipe de Carignan, y de Cristina Enriqueta Hesse-Reinfels-Rothenburg, ostento desde el momento de su nacimiento el tratamiento de Su Alteza Serenisima.
Marie Thérèse Louise de Savoie-Carignan

Se crió en Turín y fue educada en un régimen riguroso y muy estricto. Era una joven dulce, piadosa y prudente cuando el Duque de Penthiève la escogió como esposa de su hijo Luis Alejandro de Borbón, príncipe de Lamballe.
Marie Thérèse se casó con el príncipe de Lamballe en 1767, como última esperanza para que este encauzara su disipada vida. El matrimonio no tardó en hacer aguas y Marie Thérèse nunca llegó a conocer la felicidad durante los años que duró su matrimonio. El príncipe retomo sus excesos y abandonó a su esposa, quien busco consuelo en su suegro.

En 1768, cuando Marie Thérèse contaba con 19 años, su marido falleció a causa de una enfermedad venera, causada por las relaciones homosexuales que el príncipe había mantenido a lo largo de su vida.
Desde el momento en que su marido falleció, la princesa de Lamballe vivió con su suegro y juntos se dedicaron a diversas obras de caridad. 
Fruto de esta relación nació Luis Juan Alejandro de Borbón, su único hijo.
Marie Thérèse Louise de Savoie-Carignan poco antes de instalarse en la Corte

Fue con la llegada de Marie Antoinette a la Corte cuando Marie Thérèse y la delfina se conocieron. Para cuando Marie Antoinette subió al trono en 1774 ya eran amigas intimas, pero la relación se deterioro poco a poco, ya que mientras la princesa de Lamballe seguía manteniendo su carácter piadoso y recogido, la reina fue volviéndose cada vez más frívola.
Pese al deterioro de la relación inicial, Marie Antoinette nombró a la princesa de Lamballe superintendente de su palacio, cargo que acarreaba planificar las diversiones de la reina.
La reina se dio cuenta rápidamente de que la princesa de Lamballe era excesivamente formal y sus actividades tendían a aburrirla, por lo que Marie Antoinette la substituyo pronto por la Duquesa de Polignac, quien tenia un carácter más insolente y descarado.
Lejos de enfadarse por el abandono repentino de su amistad, la princesa de Lamballe aceptó la nueva condición de la Duquesa de Polignac y se marchó al campo, dónde reemprendio sus actividades caritativas.

La princesa de Lamballe con el famoso Coiffure Pouff.

En 1789, ya con el pensamiento revolucionario en auge, Marie Antoinette pareció tomar consciencia de la situación y se acercó de nuevo a la princesa de Lamballe, quien tenia un carácter más prudente. La amistad fue haciéndose cada vez más solida, por lo que la Duquesa de Polignac se vio pronto relegada de su puesto de favorita y abandono Versalles y a la reina.
Cuando la familia real se vio forzada a regresar a Paris, la princesa de Lamballe los acompañó, viviendo con ellos hasta la fuga de Varennes, dónde ella logró escapar a Inglaterra.

Durante el tiempo que la reina y la princesa de Lamballe vivieron separadas intercambiaban cartas con asiduidad, dónde quedaba patente la verdadera amistad existente entre ellas.
Las cartas fueron tomando un cariz más serio a medida que la Revolución avanzaba y la reina, deseosa de mantener a la princesa de Lamballe lejos de Paris, le pedía que no regresara.

La princesa de Lamballe en sus últimos años en Versalles.

Pero algo sucedió. Un día, la princesa de Lamballe recibió una misiva corta de Marie Antoinette en la cual le decía: Ven a mi enseguida, corro gran peligro.
La princesa de Lamballe regreso a Paris de inmediato, para comprender más tarde que la nota era en realidad un falsificación, una trampa para hacerla regresar a Paris, probablemente urdida por el duque de Orleans, quien seria benefactor de su riqueza después de su muerte.

El 10 de agosto de 1792 la muchedumbre invadió el palacio de las Tullerias y la princesa, junto a la familia real, fue conducida a la Asamblea Nacional. Ese mismo dia se produjo el destronamiento de los reyes. El grupo al completo fue conducido al Temple, para ser separados diez días después; esa fue la última vez que ambas amigas se vieron.
La princesa de Lamballe fue conducida a la prisión de La Forcé.
La muerte de la princesa de Lamballe.

Marie Thérèse, princesa de Lamballe, fue una de las victimas de las Masacres de Septiembre, que tuvieron lugar entre el 2 y el 3 de septiembre de 1792. Sus verdugos se encarnizaron con su cuerpo y con lo que representaba: la princesa fue decapitada y su cuerpo fue sometido a múltiples vejaciones. Su cabeza, peinada y maquillada, fue puesta en la punta de una pica y paseada por todo Paris hasta llegar a la prisión del Temple, dónde se requirió la presencia de Marie Antoinette.
La reina nunca llegó a ver lo que sucedia en el exterior, pero cuando esta pregunto el por que  de tanto alboroto su vedugo le respondió: Es la cabeza de Madame de Lamballe que han querido venir a mostraros. 
Marie Antoinette se desplomo en el acto y se dice que esa fue la única vez que perdió sus fuerzas. 
Grabado de la época que muestran a la turba frente al Temple 
portando la cabeza de la princesa de Lamballe.


Marie Thérèse murió con 43 años, siendo una amiga fiel hasta el final.

Château de Versailles: Introduction et L'Ancien Château


El Palacio de Versalles, popularmente conocido como Château de Versailles, es el edificio que desempeño las funciones de una residencia real en la época dorada de la monarquía francesa. De Versalles se podrían decir muchas cosas pero seguro que no nos equivocamos al decir que es uno de los edificios más maravillosos, bellos y llenos de fuerza que una persona puede tener el placer de contemplar.
El palacio está ubicado en Versalles, a las afueras de la capital francesa y fue construido por Louis XIV, si bien ya durante el reinado de Louis XIII existía en ese mismo lugar un pabellón de caza con jardín, siempre se ha atribuido al rey Sol la construcción del fastuoso palacio.

Dibujo de la fachada del palacio.

El palacio de Versalles y todo su recinto fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1979 y aún hoy, casi tres siglos después de su creación, es uno de los edificios más ricos y hermosos del mundo con un dominio considerable contando aún hoy con algo más de 800 hectáreas.

L'Ancien Château_________________________________________________________
Allá por 1623, Louis XIII mandó construir en medio del bosque una modesta vivienda de ladrillo. Era un refugio de caza, por lo que la vivienda era utilitaria y más bien rústica. 
Más tarde mandaría edificar una nueva vivienda, una pequeña residencia dónde Louis XIII recibía las visitas de su madre Marie de Médicis y a su esposa Ana de Austria. El Castillo Viejo se edificó detrás del edificio actual. La vivienda principal media 24 metros de longitud por 6 de profundidad, construyéndose más tarde dos alas bajas. La habitación del rey ocupaba el centro del edificio.
Dibujo de L'Ancien Château una vez las obras finalizaron.

Fue en el año 1632 cuándo Louis XIII se hizo con una cuantas porciones de tierra para así ampliar la superficie de la que, poco a poco, se había convertido en su residencia habitual. Una vez se amplió la zona residencial, el rey se hizo de más tierras para poder expandir la zona de caza y los jardines, que fueron diseñados a la francesa dos años más tarde.
 Louis XIII
Louis XIII murió en 1643 con el único deseo de instalarse en el edificio que había estado construyendo pero Versalles permaneció virgen y en silencio durante dieciocho años.