El sábado tenía una cita con Els Miserables en el Teatro de La Pasión de Olesa del Montserrat.
En primer lugar debo decir que Los Miserables es una
historia muy difícil de llevar a escena, por su complejidad musical e interpretativa (¡Aun que a mí me encantaría interpretarla alguna vez!).
Creo que el simple hecho de pensar en llevar esta magnífica
historia a un escenario ya es todo un reto para actores y equipos
profesionales, por eso este musical tiene muchísimo mérito ya que ha sido
representada por un grupo totalmente amateur, por lo tanto lo primero que debo
hacer es felicitar a todo los actores, orquesta y equipo que lo ha hecho
posible.
El Teatro de la Pasión es un escenario impresionante, por
lo que llenar todo ese espacio me parecía algo sumamente difícil. Pero una vez
el telón subió cada escenografía me encantó; unos decorados tan cuidados y un
juego de luces perfecto hacían que te sintieras dentro de la historia y eso
siempre es un placer. El vestuario, pese no ser muy correcto en ciertos personajes, estuvo a la altura de las circunstancias y hubo trajes realmente muy trabajados e incluso iguales a los de la producción londinense.
La orquesta me conquisto desde el minuto uno, ya que uno
de los momentos más emocionantes de esta obra son los primeros acordes del
prólogo. Hay que añadir además la adaptación de la obra al catalán, con letras
igual de bonitas e intensas que en su versión inglesa, algo que deja patente el
esfuerzo y trabajo realizado no sólo en el escenario sino fuera de él.
Los actores y actrices estuvieron muy correctos y los
puntos álgidos del musical, como los solos y las escenas en la barricada, no
perdieron fuerza. Había voces realmente impresionantes y aun que en ocasiones había
fallos de sonido (¡Las cosas del directo!) se notaba que sabían exactamente lo
que hacer, incluso algún actor subía el tono de voz para que se le pudiera
escuchar sin micrófono.
Como suele sucederme, siempre hay alguien que me fascina
y en esta ocasión ha sido Joan Gil quien interpretó a un brillante y excéntrico
Thénardier.
¿Qué más podría decir? El público habló y el aplauso final consiguió levantar a todo el teatro de sus butacas.
Sin más volver a felicitar a todo el equipo por el
trabajo realizado y por hacernos soñar una vez más con esta fantástica obra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario