Cuándo Louis XIV subió al trono francés no tenía en su
haber ningún palacio que lo complaciera. Por aquel entonces la familia real vivía
en Paris y Louis XIV iba de un lado a otro: vivía a temporadas en el Palacio
Real, a ratos en el Louvre y de vez en cuando en las Tullerias. Trató de
asentarse en Vincennes y en Saint-Germain-en-Laye y pasó largas temporadas en
el palacio de Fontainebleu. El rey, pese a tener todos estos edificios a su
disposición no encontraba en ellos las comodidades deseadas.
Château de Versailles
Fue en el año 1651 cuándo Louis XIV visitó Versalles
por primera vez y se podría decir que quedó prendado del lugar. Fue diez años
después cuándo Louis XIV se decidió a empezar las obras de ampliación del
palacio que antaño su padre había usado como refugio de caza, esto produjo
incomodidad entre los cortesanos que tacharon Versalles de lugar ingrato y
triste.
Mientras Louis Le Vau se encargaba de la redistribución
y reconstrucción de las estancias, Charles Errard y Nöel Coypel empezaron los
trabajos de decoración. André Le Nôtre se encargó de los exteriores, creando un
invernadero y un zoológico.
Por aquella época, Versalles no era más que un lugar
de reunión en el que se celebraban fiestas.
Alrededor de 1665 Louis XIV tomó la decisión de
realizar una segunda ampliación al palacio con el objetivo de poder pasar días
con su Consejo. Se conservo el edificio edificado por Louis XIII por razones
monetarias, pero se triplicó la superficie del palacio. Se decoró con mucho
gusto y lujo evocando continuamente el tema del sol, omnipresente en Versalles.
Los jardines también sufrieron ampliaciones y se los
doto de esculturas creadas por François Girardon y Le Hongre. Dos años más
tarde se excavó el estanque del Gran Canal y Le Nôtre dirigió la ampliación del
ala central.
Fachada actual
Entre 1668 y 1670 el palacio sufrió otra remodelación,
debido a las continuas quejas de los cortesanos; el palacio era aún demasiado
pequeño y algunos se quedaban sin habitación.
Se edificó un revestimiento, que consistía en una
segunda edificación que rodearía la primera. Las habitaciones del rey y la
reina fueron dispuestas simétricamente y una terraza, frente a los jardines, comunicaría
ambas estancias.
La construcción primitiva, de ladrillo y piedra, se conservó
revistiendo la fachada con columnas de mármol, balcones de hierro forjado y
dorado y bustos sobre las balaustradas. Las pequeñas viviendas adyacentes
fueron elevadas y unidas al Castillo Viejo por medio de pabellones que formaban
el patio de armas que se cerraba con una cancela dorada.
Con la ampliación del palacio, Louis XIV puso sus
miras en construir un edificio cercano al gran palacio que le sirviera como
refugio personal. En 1670 se construyo en Trianon de Porcelana.
Siete años más tarde Louis XIV expresó su deseo de
instalarse indefinidamente en Versalles por lo que se diseñaron las estancias
que facilitarían la instalación de la Corte.
Un año más tarde se construyó la famosa Galería de los
Espejos que, como otras galerías, servía para comunicarse con los otros
departamentos. Comenzó la construcción del ala sur destinada a alojar a los
cortesanos.
La impresionante Galeria de los Espejos
Una vez finalizada la nueva ampliación se construyeron
las Grandes y Pequeñas Caballerizas y se confeccionaron nuevos jardines.
Ya en 1682 y sin esperar a la finalización de las
obras, Louis XIV se instaló oficialmente en Versalles, tenía 44 años. El rey
estableció entonces unas reglas de protocolo rigurosas y complejas que
transformaron todos sus actos en una ceremonia casi sagrada: levantarse, comer
o incluso dar a luz eran acciones completamente públicas y se realizaban con
total solemnidad.
El palacio en tiempos de Louis XIV
La aldea de Versalles se transformó en una verdadera
villa que se construyó alrededor del palacio. Los cortesanos edificaron hoteles
en los que alojaban a su servicio.
Versalles contaba con alrededor de 70.000 habitantes
antes de la Revolución.
Hacía 1687 Louis XIV se cansó del pequeño Trianon de
Porcelana que pasó a ampliarse dando como resultado el actual Grand Trianon.
Retrato de Louis XIV
Los últimos coletazos constructivos contaron con la finalización
de la Capilla Real en 1710 convirtiendo el palacio de Versalles en un enclave único,
construido para demostrar a Europa la grandeza de Francia y de su monarca,
quien falleció en 1715 poniendo fin al brillante reinado del rey Sol y al Gran Siglo que más tarde se denominaría Siglo de Louis el Grande.
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