Eugène Delacroix es uno de los mayores exponentes de la pintura francesa de todos los tiempos.
Su pintura se define por su debate entre la tradición neoclásica y la expresión de lo que es real, de la expresión del sentimiento tan propio del periodo romántico.
Ya de muy joven se formo con grandes artistas como Géricault y el Barón Gros, definiéndose por sus combinaciones de color y sus trazados vigorosos. Su carrera destaca por la brillante representación de los acontecimientos revolucionarios que tuvieron lugar durante el siglo XIX y el exotismo adquirido en su viaje a Marruecos y Argelia, vivencia que marcara su obra pictórica de por vida.
Autoretrato
La retrospectiva que CaixaForum nos ofrece hasta el 20 de mayor condensa a la perfección todas las etapas de Delacroix. Su arte más temprano nos deja sus fantásticas Odaliscas o algunas de las representaciones que el pintor realizó sobre Hamlet, además de las maravillosas litografías del Fausto de Goethe.
En su etapa más tardía encontramos la exuberancia de aquellos lugares que parecían tan remotos y diferentes en la Europa del siglo XIX y sus representaciones religiosas, apoyadas en la soledad de Cristo, evocando así un angulo completamente diferente al habitual.
El naufragio de Don Juan, 1840
Medea furiosa, 1838
Andromeda, 1852
Caballo encabritado por un rayo
El barón Louis-Auguste de Scwiter, 1826
El rapto de Rebeca, 1858
Mefistófeles, Litografía del Fausto de Goethe
Grecia expirando sobre las ruinas de Missolonghi, 1826
Hamlet y Horacio en el cementerio, 1839
La muerte de Sardanápalo, 1827
Mujeres de Alger en su apartamento, 1834
Mujer con loro
Maravilloso Delacroix. Todo un regalo poder disfrutar de tanta belleza.
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