Marie Thérèse Louise de Savoie-Carignan nació en Turín
el 8 de septiembre de 1749. Hija de Luis Victor de Saboya-Carignan, príncipe de
Carignan, y de Cristina Enriqueta Hesse-Reinfels-Rothenburg, ostento desde el
momento de su nacimiento el tratamiento de Su Alteza Serenisima.
Marie Thérèse Louise de Savoie-Carignan
Se crió en Turín y fue educada en un régimen riguroso
y muy estricto. Era una joven dulce, piadosa y prudente cuando el Duque de
Penthiève la escogió como esposa de su hijo Luis Alejandro de Borbón, príncipe
de Lamballe.
Marie Thérèse se casó con el príncipe de Lamballe en
1767, como última esperanza para que este encauzara su disipada vida. El
matrimonio no tardó en hacer aguas y Marie Thérèse nunca llegó a conocer la
felicidad durante los años que duró su matrimonio. El príncipe retomo sus
excesos y abandonó a su esposa, quien busco consuelo en su suegro.
En 1768, cuando Marie Thérèse contaba con 19 años, su
marido falleció a causa de una enfermedad venera, causada por las relaciones
homosexuales que el príncipe había mantenido a lo largo de su vida.
Desde el momento en que su marido falleció, la
princesa de Lamballe vivió con su suegro y juntos se dedicaron a diversas obras
de caridad.
Fruto de esta relación nació Luis Juan Alejandro de Borbón, su
único hijo.
Marie Thérèse Louise de Savoie-Carignan poco antes de instalarse en la Corte
Fue con la llegada de Marie Antoinette a la Corte
cuando Marie Thérèse y la delfina se conocieron. Para cuando Marie Antoinette
subió al trono en 1774 ya eran amigas intimas, pero la relación se deterioro
poco a poco, ya que mientras la princesa de Lamballe seguía manteniendo su carácter piadoso y recogido, la reina fue volviéndose cada vez más frívola.
Pese al deterioro de la relación inicial, Marie
Antoinette nombró a la princesa de Lamballe superintendente de su palacio,
cargo que acarreaba planificar las diversiones de la reina.
La reina se dio cuenta rápidamente de que la princesa
de Lamballe era excesivamente formal y sus actividades tendían a aburrirla, por
lo que Marie Antoinette la substituyo pronto por la Duquesa de Polignac, quien
tenia un carácter más insolente y descarado.
Lejos de enfadarse por el abandono repentino de su
amistad, la princesa de Lamballe aceptó la nueva condición de la Duquesa de
Polignac y se marchó al campo, dónde reemprendio sus actividades caritativas.
La princesa de Lamballe con el famoso Coiffure Pouff.
En 1789, ya con el pensamiento revolucionario en auge,
Marie Antoinette pareció tomar consciencia de la situación y se acercó de nuevo
a la princesa de Lamballe, quien tenia un carácter más prudente. La amistad fue
haciéndose cada vez más solida, por lo que la Duquesa de Polignac se vio pronto
relegada de su puesto de favorita y abandono Versalles y a la reina.
Cuando la familia real se vio forzada a regresar a
Paris, la princesa de Lamballe los acompañó, viviendo con ellos hasta la fuga
de Varennes, dónde ella logró escapar a Inglaterra.
Durante el tiempo que la reina y la princesa de
Lamballe vivieron separadas intercambiaban cartas con asiduidad, dónde quedaba
patente la verdadera amistad existente entre ellas.
Las cartas fueron tomando un cariz más serio a medida
que la Revolución avanzaba y la reina, deseosa de mantener a la princesa de
Lamballe lejos de Paris, le pedía que no regresara.
La princesa de Lamballe en sus últimos años en Versalles.
Pero algo sucedió. Un día, la princesa de Lamballe
recibió una misiva corta de Marie Antoinette en la cual le decía: Ven a mi
enseguida, corro gran peligro.
La princesa de Lamballe regreso a Paris de inmediato,
para comprender más tarde que la nota era en realidad un falsificación, una
trampa para hacerla regresar a Paris, probablemente urdida por el duque de
Orleans, quien seria benefactor de su riqueza después de su muerte.
El 10 de agosto de 1792 la muchedumbre invadió el
palacio de las Tullerias y la princesa, junto a la familia real, fue conducida
a la Asamblea Nacional. Ese mismo dia se produjo el destronamiento de los
reyes. El grupo al completo fue conducido al Temple, para ser separados diez
días después; esa fue la última vez que ambas amigas se vieron.
La princesa de Lamballe fue conducida a la prisión de
La Forcé.
La muerte de la princesa de Lamballe.
Marie Thérèse, princesa de Lamballe, fue una de las
victimas de las Masacres de Septiembre, que tuvieron lugar entre el 2 y el 3 de
septiembre de 1792. Sus verdugos se encarnizaron con su cuerpo y con lo que
representaba: la princesa fue decapitada y su cuerpo fue sometido a múltiples
vejaciones. Su cabeza, peinada y maquillada, fue puesta en la punta de una pica
y paseada por todo Paris hasta llegar a la prisión del Temple, dónde se
requirió la presencia de Marie Antoinette.
La reina nunca llegó a ver lo que sucedia en el
exterior, pero cuando esta pregunto el por que de tanto alboroto su vedugo le respondió: Es la
cabeza de Madame de Lamballe que han querido venir a mostraros.
Marie
Antoinette se desplomo en el acto y se dice que esa fue la única vez que perdió
sus fuerzas.
Grabado de la época que muestran a la turba frente al Temple
portando la cabeza de la princesa de Lamballe.
Marie Thérèse murió con 43 años, siendo una amiga fiel
hasta el final.
me encanto la historia muy bien redactada gracias por compartirla!
ResponderEliminarcomo suele suceder en todos los episodios de colera y castigo, pagan justos x pecadores
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