martes, 26 de febrero de 2013

A Víctor Hugo;


En el 211 aniversario de su nacimiento.

"Recordad: no hay malas hierbas ni hombres malos. 
Sólo hay malos cultivadores."

Esté dónde esté hoy, gracias por la maravillosa obra que dejo como legado.
Gracias por el gran mensaje de fraternidad, libertad y amor que dejo en sus novelas.
Por la pasión, el amor y la benevolencia con la que trata al género humano.
Por  ser capaz de hacer ver que la maldad y la bondad son términos muy amplios y flexibles y que, el bien o el mal, sólo dependen de nuestras acciones y de nuestros motivos.

Por diseccionar a través de las palabras las luces y por ende las sombras del alma humana.
Gracias por mostrarnos que incluso en las historias más simples hay siempre grandes héroes. Por defender al enfermo, por curar al herido y por elevar al caído.
Por hacer de las historias más desafortunadas una lección y en consecuencia provocar un cambio en cualquiera que sea capaz de sentir.
Gracias por retratar con una belleza desgarradora la vida, con su dureza y crueldad, por transformar siempre la necesidad en fatalidad.

Por retratar el amor como algo divino, verdadero y puro. Por ser capaz de emocionar y de enamorar a cualquiera que sienta con sus personajes.
Por enseñarnos a amar las más bellas virtudes y enseñarnos a tolerar los más horribles defectos. Gracias por retratar al ser humano tal y como es, con sus más y sus menos, con sus delirantes pasiones y sus enfermizas obsesiones, con la lucha constante entre bondad y maldad.

Gracias por sus letras, sus obras, sus novelas, sus pinturas, su arte y su vida.
Gracias por intentar hacer de este mundo un lugar mejor. Algún día lo conseguiremos.

Dondequiera que estéis hoy, maestro de vida, gracias.

sábado, 16 de febrero de 2013

El Marqués Infame; sus últimos años


Sade pasará los últimos años de su vida en el asilo mental de Charenton gracias a su familia que se encarga de pagar su estancia y manutención.
Para Sade, Charenton podría haber supuesto un retiro tranquilo pues allí encuentra la comprensión de François de Coulmier, ex sacerdote de parecida edad a la suya, el cual era director del centro. Coulmier permitió las visitas de Constance, quien pasaba por ser su hija ilegitima.

Sade disfrutó de una celda de dos habitaciones en las que pudo disfrutar de su afición a la lectura. Continuo con su labor de escribir y el propio Coulmier le permitió formar un pequeño grupo de teatro que tendría como actores a los enfermos del centro. La compañía fue un éxito y logro que, en ocasiones, profesionales del teatro participaran en alguna de las obras.
Sin embargo, dichas representaciones no fueron acogidas bien por todo el mundo y se suspendieron definitivamente el 6 de mayo de 1813 por decreto ministerial.

El estado físico de Sade en sus últimos años no había cesado de ser lamentable y las oscuras paredes de Charenton contribuyeron a que su mito se hiciera más grande, llegando a acusarlo de mantener relaciones con una menor de 13 años llamada Madeleine Leclerc, este hecho sin embargo nunca fue probado y solo se tiene la prueba escrita del Marqués, quien apuntaba todas sus visitas con extraños símbolos que se cree significaban las relaciones sexuales mantenidas.


En su agonía Sade deja como heredera de sus ya pocos bienes a Constance y deja unos muy claros puntos a seguir tras su muerte, he aquí un extracto de su testamento:

“Prohíbo absolutamente que mi cuerpo sea abierto bajo ningún pretexto.
Se enviará recado a Monsieur Le Normand para rogarle que venga él mismo a buscar mi cuerpo para transportarlo al bosque de mi tierra de la Malmaison, comuna de Émancé, cerca de Épernon, donde quiero que se me entierre sin ninguna especie de ceremonia bajo el primero soto que se encuentra en la derecha del susodicho bosque, entrando por el lado antiguo del castillo, por la gran avenida que lo divide.

La fosa será cavada por el granjero de la Malmaison, bajo la inspección de Le Normand, que no abandonara mi cuerpo hasta después de haberlo colocado en la fosa. Si quiere puede hacerse acompañar por aquellos parientes o amigos que sin ningún tipo de aparato quieran darme esa última muestra de afecto.

Una vez cubierta la fosa será sembrada de bellotas a fin de que el terreno y el soto vuelvan a encontrarse tupidos como eran antes y las huellas de mi tumba desaparezca de la tierra, como espero que se borre mi memoria de la mente de los hombres, excepto un pequeño número de los que han querido amarme hasta el último momento y de los cuales me llevo a la tumba un recuerdo muy dulce.”

Sade muere el 2 de diciembre de 1814 a la edad de 74 años.

Murió el mismo día en que su hijo Claude-Armand le visitaba aprovechando la ausencia de Constance. Dos días después y contrariando los deseos de su padre, Claude lo hace sepultar en el cementerio de Saint Maurice en Charenton, después der una rutinaria ceremonia religiosa.

Su hijo quemo todos los manuscritos inéditos incluida una obra en varios volúmenes llamada Les journées de Florbelle.
Su cráneo fue exhumado años mas tardes para realizar con él estudios frenológicos.

Manuscrito original de Los 120 días de sodoma

En contra de los últimos deseos que Sade tuvo se convirtió a los largo de todo el siglo XIX en un personaje oscuro y depravado que ha sido muy estudiado hasta nuestros días por su percepción del vicio y la virtud. 
Una obra escandalosa y macabra que lo hizo convertirse en leyenda.

sábado, 2 de febrero de 2013

Las Amistades Peligrosas


Título original: Dangerous Liaisons

   
Año de estreno: 1988
Director: Stephen Frears
Reparto: Glen Close (Marquesa de Merteuil), John Malkovich (Vizconde de Valmont), Michelle Pfeiffer (Madame de Tourvel), Swoosie Kurtz (Madame de Volanges), Uma Thurman (Cécile de Volanges), Keanu reeves (Chevalier Danceny), Mildred Natwick (Madame de Rosmonde).


Año 1760, Francia. La Marquesa de Merteuil, una mujer independiente y que sabe jugar muy bien sus cartas, pide un favor a su ex – amante y amigo el Vizconde de Valmont, un seductor apasionado y con ningún escrúpulo.

Un ex – amante de la Marquesa se promete con la joven inocente y virtuosa Cécile; el objetivo de la Marquesa es que sea el Vizconde quien seduzca a la joven y consiga arrebatarle su virginidad antes del día de la boda para que así su ex – amante se convierta en el hazmerreír de París.
Valmont, sin embargo, tiene en su punto de mira otra conquista; Madame de Tourvel, una preciosa, piadosa y casada mujer.

La Marquesa no cree posible que el Vizconde seduzca a una mujer como Tourvel, así que hacen un trato: Valmont deberá llevar a la Marquesa una prueba escrita de su encuentro a cambio de una recompensa: una última noche para revivir los viejos tiempos.
Lujuria, seducción y venganza como nunca las habrás visto.


Las Amistades Peligrosas es una película que define a la perfección las intrigas palaciegas y aristocráticas que tan comunes fueron en la Francia del siglo XVIII. En esta historia, basada en el libro de Choderlos de Laclos, encontramos a los personajes más singulares de la época: una rica Marquesa que hará cualquier cosa con tal de alcanzar su objetivo, un seductor al que deseas y odias a partes iguales y una historia de amor entre dos ingenuos jóvenes que luchan por estar juntos pese al matrimonio de conveniencia.

Esta cinta destaca por la calidad de sus protagonistas, quienes consiguen que te adentres con ellos en su libertino juego. La Marquesa, interpretada por Glen Close, Madame de Tourvel, interpretada por Michelle Pfeiffer y Cécile, interpretada por Uma Thurman, son tres protagonistas femeninas muy fuertes. Las tres juegan con sus papeles con total conocimiento de los que hacen, viendo verdaderas transformaciones a lo largo de la película, sobre todo en los personajes de Tourvel y Cécile.
Para mi gusto, el plato fuerte llega cuando aparece en pantalla el seductor Vizconde de Valmont, interpretado magistralmente por John Malkovich. Un hombre sin escrúpulos que sabe que decir y que hacer en cada momento y que, probablemente, consiga que te sonrojes en algún momento de la cinta. 
Es quizás el personaje más memorable de toda la historia debido a sus artimañas y su triste destino.


La trama de la película consigue engancharte desde el primer momento y cuanto más avanza la cinta, más quieres descubrir cómo va a acabar todo ese ir y venir de seducción y celos.
El vestuario con colores vivos y joyas muy ostentosas es un muy fiel reflejo de la sociedad vanidosa de la época y la ambientación es sencillamente exquisita. Una película que destaca por su belleza y elegancia visual y que conserva su aire seductor sin llegar a la vulgaridad incluso en las escenas más íntimas.


Una obra maestra del cine y la interpretación irrepetible por la calidad y el mimo con la que esta echa…¡y porque tiene al gran John Malkovich!