El dulce comenzó a hacerse famoso en los últimos años de la Monaquia Francesa debido al amor que Marie Antoinette sentía hacia ellos, sin embargo estos habían estado presentes en Versalles desde la época de Louis XIV.
En 1830 los Macarons comenzaron a tomar la forma actual, pero no fue hasta principios del siglo XX cuando Pierre Desfontaines les dio su forma actual para Ladurée, los maestros pasteleros que mejor saben capturar el encanto de este trocito de arte comestible.
Limoncello, Vainilla y Rosa Liche (¡Mi favorito!)
¿No son completamente apetecibles?
¿Que decir? ¡Una delicia!
El color, el sabor y la textura son indescriptibles y pese a lo que pueda parecer no son extremadamente dulces.
La próxima vez que los compre los acompañaré con champan, tal y cómo hacia Marie Antoinette.
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